Falacia de la ventana rota

Historia real de la falacia de la ventana rota

Contemos una pequeña historia. Un grupo de padres está viendo a sus hijos jugar fútbol con una pelota, cuando uno de los niños rompe la ventana de la alcaldía. La madre del niño está molesta y dice que tendrá que arreglar la ventana.

Los otros padres tratan de consolarla y argumentan que es bueno para la economía que se rompan las ventanas porque crea trabajo para los vidrieros y hace circular el dinero. ¿El argumento de estos padres es correcto?

¿Qué es la Falacia de la ventana rota?

La esencia de esta falacia es que centrarse solo en las consecuencias inmediatas e ignorar los efectos indirectos o a largo plazo lleva a una interpretación errónea de la situación económica.

Esta idea se aplica a varios contextos, como la guerra y las tragedias nacionales, donde se tiende a valorar solo los beneficios visibles, sin considerar las pérdidas menos obvias.

Análisis de la falacia de la ventana rota

Esta falacia es utilizada a menudo para argumentar que la guerra es financieramente beneficiosa para la economía de un país.

Se basa en la premisa de que cuando se rompe una ventana, el costo de repararla genera ingresos para la empresa de reparación de ventanas o los pequeños vidrieros de la zona, y estos ingresos pueden gastarse en otros bienes y servicios, estimulando la actividad económica.

Sin embargo, se ignora el costo de oportunidad de los recursos utilizados para reparar la ventana, que podrían haberse utilizado para fines más productivos.

Ventana rota

Por ejemplo, si la ventana de la alcaldía se rompe y se pagan $100 para repararla, la empresa de reparación de ventanas recibirá ingresos por el trabajo de reparación. La empresa de reparación de ventanas puede entonces utilizar estos ingresos para pagar a sus empleados y comprar suministros, lo que podría estimular la actividad económica.

Sin embargo, del recurso de la alcaldía ahora se deben pagar $100 para reparar la ventana, lo que significa que tiene $100 menos para gastar en otros bienes y servicios.

El costo de oportunidad de los recursos utilizados para reparar la ventana es el valor del siguiente mejor uso alternativo de esos recursos. En este caso, el costo de oportunidad de los $100 gastados en la reparación de ventanas es el valor de los bienes y servicios que la alcaldía podría haber comprado con ese dinero.

Esta falacia también ignora el hecho de que el costo de la ventana rota en última instancia corre a cargo de la comunidad en su conjunto, que podría haber utilizado los recursos para otros fines.

Esta falacia, tal como la describe Bastiat, se enfoca solo en las consecuencias inmediatas de una acción e ignora los efectos indirectos o a largo plazo.

Este error se puede aplicar a muchos campos, incluida la defensa de los países que van a la guerra y la representación de los beneficios de los desastres y tragedias nacionales y globales.

Historia real

Niño que ha roto una ventana con un balón

La falacia de la ventana rota fue presentada por el economista francés Claude-Frédéric Bastiat en un artículo de 1850 titulado “Lo que se ve y lo que no se ve” (“Ce qu’on voit et ce qu’on ne voit pas”).

En el artículo, Bastiat usa el ejemplo de un niño que rompe una ventana para ilustrar cómo la gente puede creer erróneamente que la destrucción puede estimular la actividad económica.

Los lugareños del ejemplo deciden que el niño ha ayudado a la economía local porque el costo de reparar la ventana genera ingresos para la empresa de reparación de ventanas.

Sin embargo, Bastiat argumenta que esta idea ignora el costo de oportunidad de los recursos utilizados para reparar la ventana y el hecho de que el costo de la ventana rota finalmente lo asume el propietario o la comunidad, que podría haber utilizado los recursos para otros fines.

Ejemplos del efecto de la falacia de la ventana rota

Pandemia de COVID-19

Ejemplo de falacia de ventana rota, la pandemia de Covid 19

Uno de los ejemplos contemporáneos más ilustrativos de la falacia de la ventana rota se observa en el contexto de la pandemia de COVID-19.

Durante esta crisis, Durante la pandemia de COVID-19, sectores como el tecnológico, con empresas como Amazon y Alibaba, experimentaron un crecimiento notable, beneficiándose del aumento en servicios de teletrabajo y compras en línea.

Este auge podría parecer un estímulo económico, similar al beneficio del vidriero en la falacia de la ventana rota.

Sin embargo, sectores tradicionales como la hostelería y el turismo enfrentaron grandes pérdidas, con establecimientos perdiendo hasta el 90% de sus ingresos.

En países como España, Italia y México, el impacto en estos sectores ha sido especialmente severo, reflejando las pérdidas ocultas en esta falacia.

El Programa de Chatarrización de Automóviles en los Estados Unidos (Cash for Clunkers)

Implementado en 2009, este programa buscaba estimular la economía y reducir las emisiones al incentivar a los propietarios de vehículos antiguos y menos eficientes a cambiarlos por modelos nuevos y más eficientes.

Si bien el programa aumentó temporalmente las ventas de automóviles, algunos análisis sugirieron que su impacto económico global fue limitado o negativo.

Esto se debe a que el dinero gastado en nuevos vehículos podría haberse invertido de manera más productiva en otros lugares, y porque la destrucción de vehículos funcionales representó una pérdida de activos valiosos.

Reconstrucción tras el Terremoto de Kobe en Japón de 1995

Tras el devastador terremoto de Kobe, Japón invirtió masivamente en la reconstrucción de la ciudad. Algunos argumentaron que esto estimuló la economía japonesa.

Sin embargo, los recursos invertidos en la reconstrucción podrían haberse utilizado para otros fines productivos, y la destrucción causada por el terremoto representó una enorme pérdida de capital y recursos.

Además, el endeudamiento para financiar la reconstrucción tuvo implicaciones a largo plazo para la economía japonesa.