Marcas propias
Las marcas propias han demostrado un impacto significativo en el mercado global, representando el 19.4% de las ventas del consumo masivo mundial tras la pandemia.
En una década, su presencia en el canal de autoservicio escaló del 5% al 25%, con proyecciones que anticipan un crecimiento hasta el 35%, evidenciando su creciente importancia y rentabilidad para las grandes cadenas comerciales.
¿Qué son las marcas propias?
Las marcas propias son productos vendidos bajo el nombre o logotipo de un minorista, no de un fabricante, ofreciendo precios competitivos y una calidad comparable a las marcas líderes, adaptándose eficazmente a las necesidades y preferencias económicas de los consumidores.
Durante los últimos años, y especialmente a raíz de la pandemia de COVID-19, las marcas propias han experimentado un crecimiento notable.
Su aceptación ha aumentado debido a la percepción de que ofrecen una mejor relación calidad-precio.
Importancia económica de las marcas propias para las grandes cadenas minoristas
Las marcas propias han demostrado ser una estrategia económica fundamental para las grandes cadenas minoristas.
Representando el 19.4% del valor de ventas del consumo masivo global, estas marcas ofrecen un ahorro significativo para los consumidores, mientras generan mayores márgenes de ganancia para los minoristas.
En algunos casos, representan hasta un 70% de los ingresos de las tiendas.
Durante la pandemia, se observó un crecimiento acelerado en su popularidad, siendo una opción económica preferida por las familias a nivel mundial.
Además, en países como México y otros países de Latinoamérica, ofrecen productos entre un 10 y un 30% más baratos en comparación con los productos de marcas comerciales, lo que se traduce en ahorros para los consumidores y beneficios sustanciales para las tiendas.
Productos y categorías populares
Este tipo de marcas han mostrado un notable éxito en distintas categorías de productos, especialmente en aquellas de consumo diario y necesidad básica.
Las categorías más destacadas incluyen:
Aseo personal
- Jabón de tocador
- Papel higiénico
- Detergentes para ropa
- Champús y acondicionadores
- Productos de cuidado dental como pastas y cepillos de dientes
Alimentos
- Lácteos: leche líquida, quesos, yogures.
- Aceites: de oliva, de girasol, y mezclas especiales.
- Arroz.
- Carnes frías: jamón, salchichas, mortadela.
- Pan empacado y cereales.
- Conservas como atún y vegetales enlatados.
Cuidado del hogar
- Limpiadores multiusos.
- Desinfectantes.
- Detergentes para lavavajillas
Productos de limpieza específicos para cocina y baño.
Calidad y percepción del consumidor
Con el tiempo, la calidad de las marcas propias ha mejorado significativamente. Ya no se ven como una opción de menor calidad comparada con las marcas tradicionales.
Por el contrario, muchas de ellas han innovado en sus procesos y presentaciones, llegando incluso a introducir líneas de productos premium que compiten directamente con las grandes marcas.
Estrategias y futuro de las marcas propias
La estrategia detrás de las marcas propias ha evolucionado. Inicialmente centradas en el precio, ahora también enfatizan la calidad y el diseño.
Este cambio ha ayudado a posicionarlas como una alternativa viable y deseable frente a las marcas de fabricantes.
Los minoristas han empezado a usar estas marcas no solo para atraer a los consumidores conscientes del precio sino también a aquellos interesados en productos innovadores y de calidad.