Balanza de pagos

En el mundo de hoy, la economía global es cada vez más compleja, y la balanza de pagos es una herramienta importante para entender las transacciones comerciales y financieras realizadas entre países.

¿Qué es la balanza de pagos?

La balanza de pagos es un registro sistemático y detallado de todas las transacciones económicas que un país realiza con el resto del mundo en un período de tiempo determinado, generalmente un año fiscal. 

Esta herramienta es utilizada para medir la posición económica de un país en relación con otros países, ya que registra los flujos de bienes, servicios y capital con el resto del mundo.

Objetivo de la Balanza de Pagos.

Su principal objetivo es registrar los movimientos económicos que ocurren en el país con el resto del mundo, en términos de entrada y salida de divisas por conceptos de importaciones y exportaciones, renta de trabajos en el extranjero, transacciones y capitales.

A través de esta es posible observar el comportamiento económico nacional en relación a otros países, lo que brinda información importante para los inversionistas extranjeros al momento de decidir si es oportuno invertir en el país. 

Por otro lado, esta herramienta también nos ofrece un panorama sobre cómo se administran nuestros recursos, lo que es muy útil para la toma de decisiones económicas a nivel nacional.

Fórmula para el cálculo de la balanza de pagos.

La fórmula para calcular la balanza de pagos es la siguiente:

Cuenta Corriente + Cuenta de Capital + Cuenta Financiera + Saldo Contable = 0.

Estructura de la balanza de pagos.

La balanza de pagos se divide en tres categorías principales: la cuenta corriente, la cuenta de capital y la cuenta financiera. Cada una de estas categorías representa un tipo diferente de transacción económica que un país realiza con el resto del mundo.

Cuenta corriente.

La cuenta corriente registra todas las transacciones relacionadas con el comercio de bienes y servicios, así como los ingresos y las transferencias corrientes. Esto incluye las exportaciones e importaciones de bienes y servicios, los pagos por intereses y dividendos. 

También se registran las transferencias corrientes, que son transferencias de dinero entre personas físicas o jurídicas no están asociadas con la producción de bienes y servicios.

La cuenta corriente está compuesta por tres subcuentas:

  • Cuenta comercial: en la que se registran los pagos derivados del comercio de mercancías y servicios, como el turismo, transporte de mercancías, servicios empresariales y seguros.
  • Cuenta de rentas: en la que se registran los pagos derivados del trabajo realizado en otros países, tanto de ciudadanos extranjeros trabajando en nuestro país, como de nuestros ciudadanos trabajando en otros países.
  • Cuenta de transferencia: aquí se registran las remesas que los inmigrantes envían a sus familias, así como las donaciones en especie que realizan instituciones a residentes en el extranjero.

Cuenta de capital.

La cuenta de capital registra las transacciones relacionadas con la compra o venta de activos no financieros. Esto incluye la compra o venta de terrenos, edificios y otros activos fijos, así como los gastos en investigación y desarrollo.

Cuenta financiera.

Esta cuenta registra las transacciones relacionadas con los activos financieros, como los bonos, las acciones y otros valores. También se registran las transacciones relacionadas con los préstamos, incluyendo los préstamos de bancos y los préstamos del Fondo Monetario Internacional.

Déficit y superávit.

Es importante tener en cuenta que la balanza de pagos puede tener un superávit o un déficit, dependiendo de si un país está exportando más de lo que importa o viceversa. 

  • Si hay un déficit, significa que el país está gastando más de lo que está ganando en el extranjero. 
  • Si exite superávit, significa que está ganando más de lo que está gastando en el extranjero.

Importancia de la balanza de pagos.

La balanza de pagos es una herramienta fundamental para medir la posición económica de un país en relación con el resto del mundo. Permite a los países evaluar sus relaciones comerciales y financieras con otros países, y tomar medidas adecuadas para mejorar su posición económica.

La importancia de la balanza de pagos radica en que permite a los gobiernos y las empresas evaluar su desempeño económico en el ámbito internacional. Los gobiernos pueden utilizar los datos de esta balanza para tomar decisiones sobre políticas económicas y comerciales, como la implementación de medidas para aumentar las exportaciones y reducir las importaciones. 

También puede ayudar a los gobiernos a identificar problemas económicos, como un déficit comercial o una fuga de capitales, y tomar medidas para resolverlos.

Las empresas también pueden utilizarla para evaluar su desempeño económico en el ámbito internacional. Les permite evaluar su posición en el mercado global y tomar decisiones sobre estrategias de expansión y marketing.

Además, también es importante para los inversores y los prestamistas, ya que les permite evaluar el riesgo asociado con las inversiones y los préstamos en un país en particular. Estas personas pueden utilizar los datos de la balanza de pagos para evaluar la fortaleza económica de un país y su capacidad para pagar sus deudas.

¿Cómo se mide la balanza de pagos?

La balanza de pagos se mide mediante un registro detallado de todas las transacciones económicas entre un país y el resto del mundo. Esta medición se realiza mediante una serie de cuentas, que registran todas las transacciones entre los residentes de un país y los no residentes.

La medición de esta balanza también implica el uso de la tasa de cambio de la moneda local en relación con otras monedas. Las transacciones se registran en la moneda local y se convierten en la moneda extranjera correspondiente mediante el uso de la tasa de cambio.

Ejemplo de la balanza de pagos.

Un ejemplo concreto de la balanza de pagos podría ser el registro de las transacciones económicas entre México y los Estados Unidos durante un año fiscal. 

Supongamos que México exportó $300 mil millones en bienes y servicios a Estados Unidos y que importó $200 mil millones en bienes y servicios del mismo país durante este período. Esto resulta en un superávit comercial de $100 mil millones para México en su cuenta corriente.

Para la cuenta financiera, supongamos que México recibió $50 mil millones en inversión extranjera directa de Estados Unidos y que invirtió $20 mil millones en cartera en este país. Esto resulta en una entrada neta de inversión extranjera directa de $30 mil millones en la cuenta financiera.

Por último, para la cuenta de capital, supongamos que México transfirió $10 mil millones en activos no producidos, como patentes y marcas registradas, hacia Estados Unidos. Esto se registra en la cuenta de capital.

En este ejemplo, la balanza de pagos de México muestra un superávit comercial en la cuenta corriente y una entrada neta de inversión extranjera directa en la cuenta financiera. En la cuenta de capital, se registró una transferencia de activos no producidos a Estados Unidos.

Es importante tener en cuenta que la balanza de pagos no siempre es equilibrada, y que los superávits y déficits pueden tener implicaciones para la economía de un país. 

Un superávit en la cuenta corriente puede ser una señal de una economía fuerte y saludable, mientras que un déficit puede indicar una dependencia excesiva en el comercio internacional o una falta de competitividad en el mercado global, aunque aún más importante es recordar que esto no tiene que ser así, ya que puede demostrar lo contrario.

Historial de Balanza de Pagos.

Antes del siglo XIX, las transacciones internacionales se denominaban en oro, lo que limitaba la flexibilidad de los países que experimentaban déficit comercial. Sin embargo, a medida que la economía mundial se integraba, la frecuencia de crisis de balanza de pagos aumentó. 

Desde la década de 1970, las monedas han flotado libremente, lo que significa que un país puede depreciar artificialmente su moneda para hacer que sus productos sean más atractivos en el extranjero y aumentar sus exportaciones.

Durante la Gran Recesión, varios países emprendieron una devaluación competitiva de sus monedas para tratar de aumentar sus exportaciones. Además, los bancos centrales de todo el mundo ejecutaron políticas monetarias expansionistas para hacer frente a la crisis financiera, lo que llevó a la apreciación de algunas monedas en comparación con el dólar estadounidense y otras monedas principales. 

Por lo tanto, la balanza de pagos sigue siendo un indicador importante para medir la salud económica de un país y prever posibles desequilibrios en el comercio y las finanzas internacionales.